Sonríe


   Hoy te ríes de lo irónica que puede ser a veces la vida.
 
   Te ríes hoy tal como te reías hace justo un año, a su lado. En aquellos tiempos, no obstante, sonreías de manera sincera. Ni siquiera te dabas cuenta de que lo hacías cuando ella rodeaba tu cintura. El gesto entonces era el mismo; la intención, a día de hoy, es otra.

 
   Pero tras esa vuelta que ambos se han dado alrededor del sol han pasado muchas cosas. Para ella y para ti. Tú has sufrido su ausencia y has pensado demasiado, pero finalmente conseguiste hacer callo. Bien es cierto que jamás olvidas, pero al menos 
te digo creo que has hecho un buen callo. Has conocido incluso a otras personas, con lo que pudiste arrinconar aún más el sitio que para ella tenías guardado. Realmente pienso que lo lograste con creces.

   Es en esas situaciones cuando al sino le gusta mostrarse más caprichoso, haciéndote ser partícipe de situaciones que no te convienen. Que avivan la llama que tanto trabajo te había costado controlar. Sin previo aviso te coge la cabeza con sus dos fuertes manos y te obliga a observar esas imágenes mientras sonríe con sarcasmo. Y tú, que no puedes hacer nada por evitarlo sonríes también, de la misma forma, porque en el fondo sabes que no te queda otra opción más inteligente. Piensas que ya no recordarás más estas fechas por aquel recuerdo grato que tenías, sino por este capítulo nefasto que ha conseguido romper un poco ese callo que habías elaborado. Pero tranquilo, yo sé que lo lograste: esta vez no se trata de un autoengaño. Eso te dará fuerzas.

   Y sí –¿para qué negarlo?–, ambos sabemos que algún otro paseará con ella por las mismas calles por las que tú solías hacerlo. Pero tú sonríe. No dejes de hacerlo. Sonríe como si en verdad fuera ésa tu intención.

   Pd: y guarda un poco las apariencias. Ahora más que nunca. Recuerda –no lo olvides jamás– que sólo tienes una.

No hay comentarios: