Unión

   A veces ocurre que sólo piensas en ti. A veces pasa que necesitas centrarte en tu propio camino sin querer saber nada del resto de la gente. Y esta tendencia al aislamiento puede venirnos por varios motivos, pero al cabo podríamos considerarla siempre como una conducta individualista.

   Sin embargo, también puede ocurrir que aparezcan personas. Personas especiales. De esas que siempre aparecen cuando menos te lo esperas, o incluso cuando ya has perdido la fe en que realmente existan. Y entonces, aunque reticente en un principio, acabas (¿inevitablemente?) dejándote llevar, compartiendo ese tipo de cosas que sólo reservas para algunas personas muy concretas. Lo haces de manera íntegra, siendo tú mismo, con esa naturalidad que tan bien te hace sentir cuando te sientes libre de expresarla; la vida te ha ido enseñando poco a poco la satisfacción que eso supone.

   Sin apenas darte cuenta, has consumado una unión inolvidable. Un nuevo compañero te acompaña fiel en el camino, y tú lo aceptas porque sabes que es una pieza muy preciada en tu búsqueda personal. Te alegras, porque, de igual modo, sabes que también te has convertido en un trozo importante de su andadura, sintiendo entonces que es una unión justa y profunda, fiel y orientada sinceramente hacia un bien mutuo. Así, corren tiempos en los que no vale mirar únicamente al suelo bajo tus pies, sino también al que está bajo los del compañero: para cuidarlo, para guiarle y para sentir de verdad lo maravillosa que resulta una compañía afín.

   Finalmente, puede que todo acabe más tarde o más temprano. La tristeza es inevitable cuando se rompen este tipo de nexos, y por mucho que uno se haya preparado para tal momento el dolor llega y nos invade. Pero es entonces cuando  nos conviene recordar más que nunca lo fundamental: que si bien la unión física desaparece, el lazo que junta las almas de los participantes permanece, eterno, en lo más profundo de los corazones.

1 comentario:

Belén dijo...

Pues quédate con lo bueno que te ha dado la gente y lo que das tu... y si acaba, pues ya no pasa nada :)

Besicos