"textos que no van a ningún sitio"
Érase una vez un hombre etiquetado. Poca cosa se sabía de él, pues su extraña etiqueta inspiraba cierta desconfianza. Un buen día vino y, al tiempo, se fue. Y nadie supo nunca leer más allá de lo que aquel trozo de papel ponía.
Publicar un comentario
No hay comentarios:
Publicar un comentario