Abstracción

En una vida cambiante, donde hay tantas cosas que experimentar y tanta gente diferente de la que aprender, se encontraba, una vez más, perdido. Invariablemente se sentía a la deriva en un mundo donde todo parecía estar establecido. Se preguntaba una y otra vez por qué averiguar cuál debía ser su propio camino le resultaba algo tan complicado cuando todos parecían estar encaminados… y felices.

Como una triste canción evocando viejos momentos de alegría arrebatados por el tiempo, sentía el pesar de la incertidumbre sobre sus espaldas. La misma incertidumbre que en otras ocasiones le resultaba tan alentadora: símbolo de la auténtica aventura. Aquella que tanto buscó. La misma que no se compraba con ninguna moneda, sino con los años de su propia vida.

Ya no recordaba su propio principio. Éste se iba desvaneciendo ya en la creciente espesura de la neblina del tiempo; y su fin más próximo se volvió intangible. El continuo cambio lo marcaba y lo seguiría marcando, seguramente, durante mucho tiempo. Ni siquiera sabía si quería que esto fuera así, pero eso ya había dejado de tener importancia porque, sea como fuere, era algo contra lo que tendría que luchar, algo con lo que tendría que convivir. Y esperó sinceramente lograr algún día armonizar con ese cambio tan innato en su existencia. Porque posiblemente tan sólo así podría llegar a leer el inefable entramado que era ahora su vida.

No hay comentarios: