Un mar de sueños (el marinero que dejó de soñar)

Dormía el buen marinero durante su viaje en el mar
Dormía y soñaba mientras miraba al horizonte... dormía despierto
Y despierto pensaba, soñaba, en su destino ansiado
En todas las cosas que haría al llegar
En su mente, unas tras otra, mil aventuras surgían
Pensaba con orgullo en las mil personas que conocería
Pero dormía, sin embargo, el buen marinero, a pesar de estar despierto...

Y lo sabía; sabía que en la vigilia vivía su propia falsedad
porque aquél no era un viaje directo... tendría que esperar
sólo entonces lograría convertir el sueño en realidad

No hubo otra manera de aprenderlo
sino en su largo y problemático vagar...

Hasta que ahora se dio cuenta de que despierto, dormía...
... y entonces despertó de verdad

Entendiendo que no habían atajos que valieran en su viaje
dejó de encontrar razones para soñar
pues en ese largo y problemático vagar aprendió
que quien navega en un mar de sueños
es más propenso a naufragar

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