"Sigue buscando"

Había sido premiado con un euro por un pequeño recado que había hecho a su tía. Ilusionado con su pequeña fortuna, corrió raudo una vez más hacia su kiosco habitual para comprar uno de esos bollos que venían con 'rasca y gana'. Se preguntó si esa vez sería la definitiva, si la suerte llegaría a él como ya lo había hecho días atrás con algunos de sus amigos. Abrió con brío y casi desesperación el envoltorio, sacó la posible tarjeta premiada ignorando el no poco apetecible pastelito, la rascó con la moneda de 20 céntimos que le había devuelto el dependiente y observó, una vez más, cómo aparecía poco a poco la odiada frase de siempre: 'Sigue buscando'.

No hay comentarios: