El mundo al revés

A veces siento que soy egoísta, que no miro por los demás y que sólo soy capaz de velar por mi interés. Pero al pensarlo bien también descubro que no hago más que ser como el resto de la gente y que en el fondo todas las personas han de comportarse así para seguir adelante. Me siento entonces aliviado.

En otras ocasiones se me hace evidente que lo que debo es pensar más en mí, sin dar tanta importancia a lo que puedan sentir o padecer los demás. Porque cuando me doy cuenta de que es eso lo que estoy haciendo, a pesar de estar haciendo lo que realmente creo correcto, me siento al cabo un tanto imbécil y fuera de lugar.

Y si con lo malo me siento aliviado y con lo bueno a veces imbécil, entonces... ¿en qué mundo estoy viviendo?

No hay comentarios: