Cuando el romanticismo tiene muchas acepciones, y no todas son válidas o alcanzables para todos, sólo cabe esperar que aquellos enamorados de las fantasías encuentren al cabo las razones de su existencia o mueran, satisfechos, en sus irracionales intentos...

Llámame virtuoso, vivaz y generoso. Pues sin serlo al completo, al menos considero ésta una búsqueda más palpable. Y sin saber si el soñar sigue siendo mi mejor o peor cualidad, ahí sí que acertarás si, en tu empeño, 'romántico' me sigues queriendo llamar.
Te dejo que me tomes por loco, o por un temerario desquiciado. Discúlpame si me salto el protocolo y tus reglas estereotipadas. Lamento si mi idea del sentimiento difiere de la tuya y la de los tuyos. Pero yo, soñador empedernido, aún siendo veterano salvador de circunstancias, no puedo luchar contra la naturaleza terca de mi ser.
Seguiré pues buscando en mis andanzas —de formas más o menos ortodoxas— drenajes efectivos que hagan fluir los sentimientos más profundos; haciendo volar mis fantasías más apasionadas y satisfaciendo, al cabo, mi innato romanticismo interior sediento de horizontes lejanos (y, lo admito, quizás igual de irrelevantes).
Y ya sólo me resta decir que en esta búsqueda de mi propia cordura —perdida, tal vez, en aquel sentimiento frustrado—, si bien un día estuve loco de amor, hoy, porque sueño y sé soñar, siento que no lo estoy...
...pero sí conservo —intacta— mi natural pasión.
2 comentarios:
Amarás cuando te ames a tí mismo, y sepas lo que es sentirse amado...
Besicos
coincido estrictamente EN CADA PARRAFO Y PALABRA, EN TODO.
ey tu, pasame tu mail asi chateamos o algo.
Publicar un comentario