No es matemático

  Y llegó una vez más el momento de separarnos. De sentir que algo se desprende de nuestro interior, con un dolor sólo aliviado por la esperanza del retorno. Se va por un tiempo una parte de cada uno de nosotros, y sin embargo seguimos enteros. ¿Nos sentiremos perdidos, solos y desamparados en este periodo? ¿Cómo continuaremos nuestros caminos sin la compañía del otro? 

   Es natural, es Ley; es lo que la vida nos ofrece y a veces impone, quizás al principio por rachas, pero al final sin excepción ni miramientos. Y sin embargo, sintamos como lo sintamos, seguimos enteros. Y así es como debe ser. Porque está bien que dos personas puedan a veces sentirse una, pero no por ello la unidad tiene por qué perder su identidad. Uno debe seguir siendo siempre, y ante todo, un número entero.

No hay comentarios: